Seguidores

sábado, 25 de febrero de 2012

Palabras

Hola a todos, los que estáis y los que no. Sí, lo sé, lo tenia merecido. Sólo se me ocurre a mi hacer planes y hacer promesas. Si es que se nota que estoy estudiando ciencias políticas: prometer y fingir que lo has olvidado. Aunque voy progresando. Por lo menos esta vez no he prometido volver a escribir cada dos días, como hice al principio de mi primer blog, al que, por cierto, he vuelto a renombrar. Iba a seguir escribiendo, iba a derribar el edificio y levantar uno nuevo sobre sus cimientos, pero ni puedes negar quien eres ni puedes maquillarlo. Tienes que respetar quien has sido, sobre todo cuando te ha ayudado tantísimo en tantísimos momentos de tu vida. Así que he vuelto a cambiarle el nombre. Si, de nuevo digo que lo sé, siempre le doy demasiada importancia a las nimiedades antes de ponerme a hacer lo importante: escribir una nueva entrada en este blog.
Y, ¿sobre qué voy a escribir? Pues, sinceramente, a mí también me gustaría saberlo. Simplemente anoche, como una de tantas, estaba en la habitación de mi residencia, hablando con mi compañero y viendo fotos de casa, de mi tierra, cuando apareció el tema de la "piccola Roma", Mérida, cuando empecé a leer antiguas entradas de la antigua casa que tenía mi nombre y a ver vídeos del que para mí es es actor español más grande que tenemos sobre los escenarios teatrales: Rafael Álvarez, el Brujo. Entonces tuve un dejà-vu sobre el yo que fui tiempo atrás. Y nada más, aquí estoy.
No sé que contaros. No se si deciros como lo he estado pasando estos meses en la residencia, o contaros lo difícil que me ha sido adaptarme. O tal vez haceros una entrada sobre teatro o cine. O alguna filosofada de esas que son capaces de freír cualquier seso que se me ponga por delante. Pero, por una vez, voy a haceros un regalo que me parece bastante mejor, y voy a dejar hablar a otro. Si os gusta el teatro, mirad que vídeo me encontré ayer, una conferencia de el Brujo sobre el uso del lenguaje oral. Espero que os guste.
Y, sin otro particular y deseando volver pronto, os dejo con un abrazo superenorme. Os quiere:
ECO  (DCAC)